lunes, 12 de noviembre de 2012

HÉRCULES Y GERIONES

El décimo trabajo de Hércules

 Apolodoro (s. II d. C.) en su Biblioteca mitológica (Libro II 106 - 112) nos ofrece el siguiente relato:

    " El décimo trabajo impuesto fue traer las vacas de Geriones desde Eritia. Eritia era una isla situada cerca del océano Atlántico, isla a la que ahora llaman Gadira. La habitaba Geriones, hijo de Crisaor y de Calírroe, la hija del Océano: tenía Geriones la corpulencia de tres hombres juntos, fundidos en uno por la cintura, pero separados en tres a partir de los flancos y de los muslos.Este poseía unas vacas rojizas, cuyo boyero era Euritión y cuyo guardián era Orto, el perro de dos cabezas, nacido de Equidna y de Tifón. 

Hércules contra Geriones


    Así pues, Hércules iba por las vacas de Geriones a través de Europa; después de exterminar muchos animales salvajes, llegó a Libia y, tras llegar a Tarteso, alzó como marca de su paso dos columnas simétricas sobre los montes de Europa y de Libia. Abrasado por Helio durante el camino, montó el arco contra este dios, que, admirado por su valor, le entregó una copa de oro, en la que cruzó el Océano. Llegó entonces a Eritia y acampó en el monte Abante.

    En cuanto el perro sintió a Hércules, se lanzó contra él, pero Hércules lo golpeó con la maza y, a continuación, mató al boyero Euritión, que había acudido en ayuda del perro. Sin embargo, Menetes, que estaba apacentando allí las vacas de Hades, comunicó a Geriones lo que había sucedido. Este encontró a Hércules junto al río Antemunte mientras se llevaba las vacas, trabó combate con él y murió asaeteado.

    Hércules embarcó las vacas en la copa y navegó hacia Tarteso; después le devolvió la copa a Helio. Después de atravesar Abderia, llegó a Liguria, en donde Yalebíon y Dercino, hijos de Posidón, le robaron las vacas; pero Hércules los mató y marchó a través de Tirrenia. Desde Regio un toro se separó del rebaño, se arrojó rápidamente al mar, echó a nadar hacia Sicilia y llegó al llano de Érix, quien reinaba sobre los élimos. Érix, que era hijo de Posidón, mezcló el toro con sus rebaños particulares. Por tanto, Hércules, después de confiarle las vacas a Hefesto, salió rápidamente en su búsqueda. Cuando lo encontró entre los rebaños de Érix, este le dijo que no se lo daría si no lo vencía en la lucha. Hércules se impuso en el enfrentamiento por tres veces y lo mató, recogió el toro con el resto del ganado y lo condujo hacia el mar Jonio.


    Cuando llegó a las ensenadas de ese mar, Hera lanzó un tábano sobre las vacas, que se dispersaron por las estribaciones de Tracia. Hércules las persiguió y recuperó una parte; a esta parte la guió hacia el Helesponto. Las vacas que quedaron abandonadas se asilvestraron posteriormente. Después de recoger el ganado a duras penas, se lo reprochó al río Estrimón e hizo innavegable su cauce, que antes era navegable, rellenándolo de piedras.
    
    Por fin le llevó las vacas a Euristeo, se las entregó y este las sacrificó a Hera."

(Trad. de José Calderón Felices, Madrid, Akal, 1987; con modificaciones)


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